Solemnidad de la Epifanía del Señor
Solemnidad de Santa María Madre de Dios
Domingo, 1 de enero de 2023 (Ciclo A)
Los Reyes Magos en la casa de Herodes (Les rois mages chez Hérode) de James Tissot (1836–1902). Museo de Brooklyn, Nueva York. (Licencia de uso: dominio público)
.
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (60, 1-6):
¡Levántate y resplandece, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti. Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos esos se han reunido, vienen hacia ti; llegan tus hijos desde lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás y estarás radiante; tu corazón se asombrará, se ensanchará, porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti, y a ti llegan las riquezas de los pueblos. Te cubrirá una multitud de camellos, dromedarios de Madián y de Efá. Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor.
Salmo
Salmo 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13 R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/. En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/. Los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; póstrense ante él todos los reyes, y sírvanle todos los pueblos. R/. Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3, 2-3a. 5-6):
Hermanos: Supongo que habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la misma promesa en Jesucristo, por el Evangelio.